¿Educarías a tus hijos en casa?

Aunque legalmente no es posible educar a tus hijos fuera de los cauces regulados e institucionalizados, hay formas de aplicar métodos de enseñanza distintos mediante determinadas escuelas online homologadas, nacionales o extranjeras.

La ley dice que en España existe la obligación de seguir un programa escolar. El niño tiene que homologar su nivel de conocimiento con otros niños de su edad. Más allá de lo que los padres quieran enseñarle a un programa que cumplir, por lo tanto la enseñanza debe ser efectiva.

Normalmente las familias no tienen tiempo libre para realizar esta laboriosa tarea que requiere de tanta implicación, pero quien se lo puede permitir sin duda afianza los lazos familiares y logran mejorar los resultados académicos, ya que, a diferencia de las escuelas convencionales, hay un "docente" por uno o unos pocos alumnos, y no un docente cualquiera sino un familiar con total implicación e interés en su progreso y motivaciones, sin escatimar en tiempo, esfuerzo, adaptando los métodos y medios.

Por otra parte, aunque estos métodos suelen generar cierta madurez temprana en los niños, también les priva de alguna manera de vivencias y relaciones escolares. En las escuelas se experimentan situaciones de disfrute y también conflictos que resolver fruto de la presión del grupo o incluso el indeseable acoso escolar. Aunque no es imprescindible pasar por todas las experiencias escolares desagradables, sería cuanto menos debatible si esa sobreprotección adjunta a ese tipo de educación familiar, pudiera causar algunas deficiencias relacionales en el futuro de los niños. Además los padres suelen ser benevolentes y flexibles con sus hijos y puede que crezcan sin el contacto con figuras de autoridad externas al núcleo familiar y con cierta indisciplina en algunos aspectos.

Muchos padres piensan que el sistema escolar esta más que obsoleto y que 30 niños sentados en un pupitre escuchando durante horas a un profesor desbordado o en el peor de los casos, esperando a que se pasen las horas aburridos, no da buenos resultados. Además de las horas malgastadas sentados pasivamente, en casa se ahorra tiempo en horarios y traslados.

 Algunos ven una ventaja en que puedan proteger a sus hijos de ciertas ideas morales, filosóficas o ideologías. En general estudiar en casa limita la obtención de nuevas ideas y el contacto con la diversidad, ya sea cultural o de personas con discapacidades. Esta falta de interacción con nuevos métodos y la continua adaptación de los mismos al alumno, podría generar menos tolerancia a opiniones ajenas y deteriorar su apertura mental a lo nuevo.

En algunos casos puede ser adecuado para niños con diversidad funcional o necesidades especiales, ya que reciben una atención constante y una supervisión personalizada.

Por supuesto el ahorro en transporte y ciertos materiales como uniformes es palpable, y también se ahorra la burocracia protocolaria escolar y demás temas tediosos de la relación escuela y familia. Sin  contar con las facilidades a la hora de pasar por situaciones como las que hemos vivido con el covid. Por otra parte perderían el derecho a obtener algunos beneficios de la educación pública como servicios y recursos.

Personalmente pienso que es interesante el aprovechamiento del tiempo que una educación familiar produce. Merecerá la pena si se sigue fielmente el currículum exigido y la exigencia de los educadores no se ve afectada por su benevolencia. El niño debe de ser lo más autosuficiente y disciplinado posible. Aparte numerosas actividades extraescolares serían imprescindibles para generar amistades y sociabilizar. Esa podría ser una buena combinación. ¿Tú que opinas?